Este procedimiento tiene grandes beneficios para el paciente entre los que se encuentra:
Se realiza bajo anestesia local.
El procedimiento se realiza en 20 minutos dentro del consultorio.
No requiere incapacidad laboral.
No es doloroso para el paciente.
Índices de satisfacción muy altos.
Después que el paciente se le realiza el procedimiento, el manejo posterior es con analgésicos, anti-inflamatorios y una dieta líquida durante ocho días.
Los cambios que se generan después del procedimiento van desarrollándose poco a poco, logrando que el paladar quede tenso en las siguientes cuatro semanas; durante este periodo de tiempo la mejoría va a ser progresiva hasta que a las seis semanas usted lograra el resultado esperado.